Esta es la historia real de Sadako Sasaki, la niña que, por su gran tenecidad, se convirtió en un símbolo de las víctimas de Hiroshima.
Diez años después de que la bomba atómica cayera en Hiroshima, la joven Sadako Sasaki murió de una leucemia provocada por este desastre humanitario.
Sin perder la determinación que la caracterizó durante su vida, Sadako se propuso hacer mil pájaros de origami con la esperanza de que, como cuenta la leyenda, los dioses la sanasen. Sus familiares y amigos la acompañaron en una carrera contra el tiempo que los unió todavía más.
En este libro, Ishii Takayuki cuenta a los jóvenes (y a los no tan jóvenes) la historia real que hay detrás del Monumento a la Paz de los Niños en Hiroshima.