Katrin Rodhe tenía una vida tranquila y cómoda en Alemania, hasta que tras un primer viaje a África en 1989, decidió dar un giro radical a su existencia. El impacto que le causó la situación de los niños huerfanos de Ouagadougou la conveció de que debía dedicar el resto de su vida a luchar por ellos. Hoy esta valiente mujer ha conseguido crear el ambicioso proyecto humanitario AMPO.